Desayuno con diamantes ya lo dejó claro. Para cualquiera de nosotras es suficiente disfrutar con la visión de unas joyas espectaculares mientras nos tomamos un croissant y un café con leche soñando con algo que, a buen seguro, no llegará a nuestras manos. ¿Y eso qué importa? Soñar es gratis y, si no, que se lo digan a Miss Holly Golightly, interpretada por la magnífica Audrey Hepburn. Aunque tras el sueño, Audrey Hepburn saltó a la realidad, porque ella fue una de las dos personas en el mundo que han lucido el diamante Tiffany, uno de los diamantes amarillos más grandes del mundo.
La elegancia de Audrey nadie la pone en duda en el momento de lucir una joya, aunque algunos de nuestros joyeros más destacados prefieren la de Isabel Preisler, Naty Abascal o Martina Klein, en el caso de Suárez. O la Reina Sofía, la Princesa Letizia o Rania de Jordania, en el caso de Tous. Sin embargo, discrepa Bagués, la elegancia es «consustancial a la persona», y en algunos casos, incluso podemos llegar a elegir la ropa en función de la joya que queremos llevar. Pero, y por seguir con Capote, así como Holly cree que es vulgar lucir diamantes antes de la cuarentena, según Rosa Oriol, de Tous, «para regalar una joya no hay edad»; bebés, adolescentes... «cualquier momento, en cualquier edad, puede haber una buena excusa para regalar una joya». Y debe ser cierto, porque parece que por sus tiendas, cada vez con más frecuencia, ven cómo a las niñas les apetece «enjoyarse». «Me encanta verlas sobre todo con pendientes. A partir de los diez o doce años, ellas ya son capaces de hacer sus estilismos y escoger sus complementos, y las joyas son uno más en su elección.»¿Queríamos saber qué hacer, cuándo ponernos una joya o qué momento es el más adecuado para lucirla? Pues parece que se complica y ni siquiera nuestros más conocidos joyeros son capaces de discernir edad, complementos o estilo de ropa, ni mucho menos el significado que lleva asociado un diamante. Así que, aunque para Joan Oliveras Bagués, de la joyería barcelonesa Bagués, la joya del amor por excelencia es «un diamante regalado con amor», también «hay algunas mujeres para las que representa el éxito personal o profesional. Un diamante les aporta seguridad en sí mismas». Ya lo ves, tú preocúpate sólo por hacerte con uno.
3 comentarios:
Ufff.... no se yo si ponerme diamantes... si ahora lo que se lleva es la bisutería... si me puso un anillo gordo para la boda... y me llevé todo el rato.. pendiente de no perderlo.... jeje
Volverá de nuevo la moda del oro.... o la fiebre????
Por lo pronto el único DIAMONS que llevo es mi perfume.
Un saludo Juane
Bien te gusta el oro y todo eso, desde luego tienes a quien parecerte! chao
jajajaja!!!!!! sabeis que a mi me encantan todas esas cosas!!!!!!! pero vamos, que yo pienso que "un diamante es para siempre"
¡¡¡¡que romanticooooooooooo!!!!
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