Este puente en nuestro pueblo ha sido bastante movidito, largas caminatas, mantener todo el peso de nuestro cuerpo con zapatos súper altos, muchas horas de pie, descansar poco…, en fin, que nuestros pies han quedado poco menos, que para el "arrastre".
Y es que los pies son los grandes olvidados por ser, quizá, ser la parte corporal más lejos de la vista o porque creemos que al estar ocultos con los zapatos no son tan visibles como otra parte del cuerpo o por mil conceptos más, cuando no nos damos cuenta de la gran importancia que cumplen y que también a ellos hay que mimarlos de vez en cuando, incluso más de lo que pensamos. No por cuestión estética sino por salud.
Y es que en la mayoría de la veces de que nos molesten los pies, son los zapatos. La anchura, la punta, más o menos estrecha, el tipo de material, el refuerzo interno, la suela y, sobre todo, el tacón, determinan, de alguna manera, la forma que escogemos de conectarnos con la tierra. Este problema, en su mayoría, lo tenemos las mujeres que, al andar con tacón, el pie se coloca en una extensión forzada, el tobillo y las rodillas quedan flexionados y las caderas se acomodan en una posición que no es la ideal. En definitiva, que nos quedamos como he dicho antes para "el arrastre".
También es importante para nuestros pies, es hidratarlos y masajearlos y no sòlo, cuando les damos “palizas” si no con frecuencia, que al igual que el rostro y el cuerpo también se merecen un poco de nuestro tiempo.
4 comentarios:
Y eso que no saltaste en la diana, jaja. Ya ayer en la ermita me lo decías. Al final no te vi en las cabezás.
Tienes razón en eso de que los pies son los gran olvidados
Aunque estaba con los pies rabiando, si que estube en las Cabezas, cogi a la Cruz por la C/Sevilla, y ya me fui detras de ella hasta la capilla.
Yo ese momento no me lo pierdo!!!
Uffff Juane!!! Dos días después y todavía me duelen!!! Toy a base de ibuprofenos pa los dolores.
La verdad es que las mujeres tenéis que sufrir en algunas cosillas por culpa de la moda, de la sociedad o bien por cuestión de gusto. A veces lleváis unos taconazos que es de admirar cómo os desenvolvéis con ellos. Es cierto que estáis muy guapas pero acabáis cansadísimas... ¡Ay, las pobrecillas! Es que sois muy presumidas... ¡Jejeje!
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