Este grupo es, por muchos lados que se mire, un concepto único. Concebido en Sevilla como un trío de poder, Juan José PALACIOS (baterías y accesorios de percusión), Eduardo RODRÍGUEZ (guitarra flamenca) y Jesús DE LA ROSA (teclados y voz), le imprimen a la música una cooperación como pocos. Elementos acústicos utilizados a la aventura y un tanto como adelantados a la época, vuelven a su música en un sonido novedoso, que sorprende en cada escala y acompaña en cada pulso.
La música de TRIANA se puede definir en tres etapas principalmente. La primera (1975 - 1979) con una sensibilidad única, progresiva, la segunda (1980 - 1983) con un
sentir ligero, pop, terminando en octubre de ese trágico año final en el que Jesús dejaría nuestro mundo tras un terrible accidente automovilístico y que acabaria de alguna forma con el grupo.
Actualmente muchos de los grupos españoles hacen referencia a su mùsica y todavía siguen interpretando muchas de sus canciones.
Y la tercera (a partir de 1986) en la que una nueva agrupación formada por Juan José para preservar la memoria de su amigo pondría de manifiesto la necesidad de conservar con vida un recuerdo ahora inmortal.
Sus tres primeros discos reflejan claramente las citadas tendencias. El Patio, su debut, tiene un gran éxito entre la juventud más inquieta, a pesar de una promoción prácticamente nula. Contiene dos canciones que se convierten en clásicos del grupo andaluz: Abre la puerta y En el lago, evocación soñadora de un viaje.
En Hijos del agobio, 1977, editado en un momento muy especial de la historia de España, se abren paso los temas políticos: exaltación de la libertad y al mismo tiempo desconfianza de la política organizada.
Finalmente, Sombra y luz (1979) recupera los aspectos más progresivos; la música es más oscura y experimental que en los discos anteriores, con elementos de jazz y mayor presencia de la guitarra eléctrica. Sólo uno de los temas (Quiero contarte, reescritura en cierto modo de Abre la puerta) mantiene cierta frescura pop.
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